04 agosto 2013

Islandia, ese extraño país - 1ª parte

Pues nada, que ya he vuelto de las vacaciones. No hoy, pues eso supondría que habría disfrutado de casi un mes de descanso y eso es tan improbable como que me toque la lotería. No, volví hace dos semanas, pero hasta hoy no he podido sentarme a escribir. ¿Por qué? Pues, por un lado, porque la vuelta al trabajo cuando nadie ha cubierto tu ausencia, implica, inevitablemente, la realización del doble de tareas durante el periodo de reincorporación. Ergo: mucho trabajo. Y por otro porque es verano y hace calor, y como ya he dicho en alguna ocasión, odio el verano, que no me deja pensar, moverme o respirar, así que mucho menos escribir. 

Pero pasaba el tiempo y por miedo a que llegara ya la Navidad he decidido que es momento de contaros dónde he ido de vacaciones. Por supuesto a un sitio frío, y como no tenía mucho tiempo he decidido no salir de Europa. Así que el país elegido ha sido Islandia.

La verdad es que no sólo he escogido este bello país por su clima tendente al frío, sino porque tengo un amigo islandés que vive allá y a mí me gusta disfrutar de los sitios desde la cotidianidad de los lugareños. No sé, me parece más auténtico. 

Podría hablaros de los paisajes, las cascadas, los volcanes, los glaciares, las costas rocosas, las playas de arena negra, pero eso lo podéis encontrar en cualquier guía de viajes o en cualquier blog de estos escritores viajeros, que te cuentan con pelos y señales qué es lo imprescindible para ver y hacer cuando llegas a un país. Dicen que vale más una imagen que mil palabras, así que en este post os pongo varias imágenes de Islandia y en otro os cuento algo más costumbrista.


Catarata de Gullfoss en el Golden Circle.

Turf House o casa de hierba, muy habitual en otros tiempos entre la gente del campo. 

Dyrhólaey, playa de arena negra en la localidad sureña de Vík.

Pequeños icebergs en Jökulsárlón, la salida al mar del famoso Glaciar Vatnajökull,
el más grande del mundo fuera de los polos.

Instalaciones de Blue Lagoon (Laguna Azul), balneario geotermal cercano a Reykjavík.

Iglesia negra en Snæfellsnes.

Puerto y faro de la localidad pesquera de Stykkishólmur.
Hallgrímskirkja, la iglesia más importante de Reykjavík
Sólfar, o El Viajero del Sol, estatua de un drakkar realizada por Jón Gunnar Árnason.


Harpa, el modernísimo centro de conciertos y conferencias.

Parlamento islandés.

Perlan, edificio que acoge el Museo de las Sagas y un restaurante panorámico.

Vista panorámica de Reykjavík.

Bueno, ya habéis visto algo de Islandia. Mañana os contaré mis impresiones personales de este peculiar y aislado país.