20 mayo 2013

La solución final para paliar el hambre en el mundo

Tras un irlandés melancólico abordo a un irlandés satírico, Jonathan Swift, mundialmente conocido por ser el autor de Los viajes de Gulliver

Encontré este pequeño libro [52 páginas con ilustraciones incluidas en 11x17cm] ensandwichado entre dos librazos en la biblioteca. Me llamó la atención, primero el tamaño del libro, segundo que nunca había oído hablar de esta obra de Jonathan Swift, a continuación que el libro estuviera ilustrado y finalmente leer cuál era la "humilde propuesta". Como me pasa últimamente estoy encantada de haber descubierto a "Nórdica Libros", una editorial muy interesante que rescata textos clásicos y los mezcla con ilustraciones contemporáneas. ¡¡Hay que ver la cantidad de editoriales que existen en España a pesar de que 4 o 5 insistan en repartirse todo el pastel!! En este caso el libro está ilustrado por Raquel Marín, que no es mala ilustradora, pero que creo que se ha saltado toda la ironía y se lo ha tomado todo a pecho. No ha parecido acertado.  

Bueno, a lo que iba, Una humilde propuesta es una carta que escribe Swift en 1729 en la que lanza al aire una idea para, como él mismo dice, "Evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su país y para que se conviertan en algo provechoso para el pueblo".  

Antes de revelar cuál es esa propuesta voy a contextualizar un poco la obra. En 1729 Irlanda era propiedad de Inglaterra. A pesar de que la mayoría de la población era católica, los terratenientes y las altas esferas eran protestantes, que mantenían al resto de los ciudadanos sometidos a sus voluntades. El fraude de la Compañía de los Mares del Sur produjo tal crisis económica que todo lo que la poco desarrollada agricultura irlandesa producía, iba a parar a las arcas de Inglaterra, así que a los irlandeses no les quedaba más opción que emigrar (los afortunados) o morir de hambre y miseria. 300 años después el círculo da otra vuelta.  

Swift encuentra la solución a esta terrible situación y nos da muchos argumentos para convencernos de lo apropiada que es. La idea es que las madres se dediquen a amamantar a sus retoños durante el primer año de vida y una vez rellenitos, los bebés sirvan para alimentar a los ricachones y, sobre todo a los terratenientes, porque como dice Swift, dado que éstos han devorado ya a la mayoría de los padres, parecen tener más derecho que nadie a los hijos.  Las ventajas de esta propuesta serían, entre otras, las siguientes: 

1.- Se reduciría el número de católicos en Irlanda, que suponen un enemigo peligroso para los protestantes.

2.- Los más pobres tendrán, por fin, algo propio que se les pueda embargar.  

3.- El Estado gastará menos dinero en mantener a sus pobres y, sobre todo, en las mesas habrá un nuevo manjar que los ricos podrán disfrutar.  

4.- Los padres se ahorrarán el tener que mantener a sus hijos.  

5.- La inclusión de este nuevo plato supondrá un negocio para las tabernas, que desarrollarán su creatividad culinaria. 

6.- Será un gran estímulo para el matrimonio, incentivando a los hombres a que cuiden de sus retoños y, sobre todo, que dejen de apalear a sus mujeres embarazadas para no dañar la mercancía, como hacen con los bovinos y porcinos y equinos.  

De ahí a montar granjas de crianza de niños sólo hay un paso, así que veo futuro a la propuesta y muchas posibilidades para que subvencionen esta iniciativa empresarial. Si alguien quiere ser mi socio/a que se ponga en contacto conmigo.

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