07 enero 2013

Vuelta al instituto con La familia de Pascual Duarte

Hasta que no me remita el resfriado, éste es el último libro que me leo. Por ahora. 

La familia de Pascual Duarte es un libro que siempre he visto en casa de mis padres y de mis abuelos, al igual que La Colmena y La Cruz de San Andrés pero que nunca había leído. La Colmena la leí, como casi toda la gente de mi generación, para clase de literatura en 2º o 3º de BUP y me encantó. Me gustó la atmósfera que se respiraba, la forma de hablar de los protagonistas, las historias tan mundanas... Así que, ¿por qué no me había leído nunca La familia de Pascual Duarte? Pues básicamente porque a mi madre no le gusta. En principio no debiera de ser un motivo, porque cada uno tiene sus gustos y no debe enterrarlos para adquirir los de los demás, pero en este caso la he oído decir tantas veces: "puff, no me gusta nada ese libro" que nunca había sentido la picazón de abrirlo y de ver qué era lo que no le gustaba. 

No sé si todo esto pasaba por mi subconsciente cuando lo cogí en la biblioteca pero el caso es que lo vi allí, tan pequeñito, tan ajado y escondido que no pude dejar de llevármelo a casa. No es el libro que más me ha gustado ni de todos los que he leído en mi vida ni tan siquiera de los que he leído de Camilo José Cela (me sigo quedando con La Colmena), pero entiendo su importancia tanto temática como estilística y lo que supuso en su momento en la literatura española (no por nada fue el precursor del espectacular Los santos inocentes). Pese a todo, le cogí cariño a Pascual. Con sus miserias, sus brutezas, sus bondades y sus ansias de tener algo mejor. Me resultó interesante leerlo.

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