12 agosto 2006

Cambio de guardia...

Si va a resultar que esto es como Inglaterra, como dicen por aquí. Cuando volvía de la notaría pasé por la Plaza de la Constitución y estaba llena de gente y sonaba a banda de música y llena de banderas. Me acerqué más y vi un desfile de Carabineros.

Y yo pensando que era el día de los Carabineros. Pues no, es el cambio de guardia diario emulando a los Beefeater de Buckinham Palace. ¡¡Increíble!!

Que me lo pongan, que me lo ponga...


Que me pongan el cable, por favor. Mi tele sólo coge Chilevisión y a la hora que llego a casa (sobre las 9:30 de la noche) sólo pillo la telenovela Essas Mulheres, que es brasileña, y claro, me he enganchado. Es la historia de tres mujeres de diversa condición en la sociedad de Sao Paulo del s. XIX. Resulta que lo del RGB está claro en mi tele porque veo a todos los protagonistas de la telenovela (o serie, como la llaman aquí) por triplicado y en tres colores (rojo, verde y azul). Eso, que ya es molesto de por si, pues se empeora porque no me deja contemplar bien a Fernando Seixas, uno de los protagonistas. El nombre del actor es Gabriel Braga y os enseño una foto para ver si me negais que es guapo.

Sobre la "burrocracia"...

El que se anime a venir a Chile, cosa que yo os recomiendo a todos, tiene que saber que aunque el caracter de los chilenos se asemeja más al de España que los colombianos o los venezolanos hay que aceptar que es sudamérica y que su estrés, pues es distinto al nuestro, para que nos vamos a mentir. Cuando vives aquí, como es mi caso, tienes que hacer yoga, tai chi o tomar valeriana, para que la lentitud en la realización de cualquier trámite no te destroce los nervios. Dice mi padre que es lo bonito del mundo, que haya diferencias. Y sí, una vez que las cosas se han arreglado todo es muy bonito, pero en el momento mentas el árbol genealógico de todo el mundo.

Os contaré que me abrí una cuenta en el banco. Lo hice en la misma oficina que el centro cultural para que las cosas fueran más rápidas. Lo primero que me dicen es que necesitan fotocopia de mi RUT, fotocopia del contrato de trabajo y que rellene una sábana llena de preguntas. Lo hago y me dicen que lo tramitarán. Y una, que es muy ingénua, se piensa que al día siguiente tendrá su cuenta. A los dos días me llaman para que acuda a la oficina. Necesitan que firme y rellene más de seis papeles distintos y que, y ahí yo ya tenía cara de incrédula, que ponga mi huella dactilar y me sacan una foto con una polaroid para los registros. Me presto a todo y me dicen que tienen que tramitarlo. Una semana después, me llaman del banco diciéndome que me llevan al trabajo la tarjeta. Y yo pienso: primero, si aún no me han dicho si tengo cuenta cómo puedo tener tarjeta. Segundo, que me traen qué. Pero cómo va a venir un empleado del banco a traerme la tarjeta al trabajo. Tercero, tanto trámite, tanta seguridad y no he metido ni un peso en la cuenta, para qué quiero yo la tarjeta con tanta prisa si no tengo dinero en el banco...

Mi piso no tiene internet y la tele pues la veo de aquella manera porque los televisores van con los cuernecillos esos que tienes que mover hacia siete mil lados para captar la imagen. Así que decido poner el pack (internet, cable y teléfono). Aquí funcionan varias compañías, pero resulta que en el sector en el que estoy sólo opera Telefónica, ¡vaya por Dios!. Llamo por teléfono y una señorita no demasiado amable me toma el nombre, el RUT (veréis que aquí sin rut estás muerto) y el número de teléfono y me dicen que se pondrán en contacto conmigo. Al día siguiente me llama un comercial y me dice que dónde me viene bien que vaya a visitarme. Yo, primero le contesto que qué necesito para contratar. Pues necesito fotocopia del RUT, fotocopia de la nómina y fotocopia del contrato de arrendamiento. ¡Qué casualidad, me faltaba lo último! Le digo que le llamo yo cuando lo tenga todo. Llamo al casero y le pido el contrato que había llevado a una notaría. Me dice que me puedo pasar al día siguiente por la notaría para recogerlo. Al día siguiente (y ya van tres días) paso por la notaría y resulta que para coger el contrato tengo que firmar dos o tres papeles y dejar mi huella dactilar (que digo yo, que qué manía con la huella, como me quede manca se van a enterar).

Ya con los papeles en la mano llamo a Néstor, que así se llama el comercial y esa misma mañana se pasa por el trabajo. Me trae trescientos papeles para firmar y claro, yo le digo: ¡Hey, para el carro, primero explícame qué me ofrecéis! Bueno, la velocidad de internet es de risa pero he conseguido 4 megas, como en España, 20 canales en la tv y 350 minutos gratis en llamadas locales y sólo por (y ahora agarraros) 55.800 pesos al mes. O sea, unos 80 euros. Teniendo en cuenta de que los porteros de mi edificio cobran 140 mil pesos pues os imaginaréis la diferencia de clases que hay por aquí.

El simpático Néstor me cuenta que tardarán alrededor de una semana en considerar si yo, como extranjera, me merezco tener a Telefónica en mi casa y luego de 15 a 20 días más en instalármelo. Estoy en un ciber, como os podéis imaginar. Aún no ha pasado la semana así que no sé si me lo pondrán o no.

Me cambié de piso...

Porque como no sólo de aire vive el hombre y estando en invierno eso de comer todo el día cosas frías no es muy agradable decidí cambiarme de casa a principios de agosto. Ahora vivo en el centro, el metro Bellas Artes, al lado de los museos. Habito en un coqueto departamento (lo que quiere decir que tiene 32 m2) pero que está amueblado y tiene cocina. Os presento mi casa.





Según entras por la puerta lo primero que ves es el comedor y el salón.





A mano derecha queda la cocina, pequeña pero completa y despúes viene el dormitorio y dentro de él el baño.

No sé por qué pero las fotos se oscurecen cuando las cuelgo. En fin, que supongo os hacéis una idea.

Poco a poco les voy convenciendo a todos. A falta de Carmen y de Antonio, el consejero cultural os cuelgo las fotos de los tres miembros que faltaban del Centro. El que parece un chino es Carlos, ayudante de montaje de Eduardo y el otro sonrisitas es Javier, el que nos suministra todo el material de oficina que necesitamos. La otra foto es la vista de la cordillera desde mi mesa de trabajo. La incluyo porque es como un compañero de trabajo más. Es como los caracoles, aparece tras la lluvia pero apenas unos momentos porque la contaminación, que es una envidiosa, la oculta.


A pesar de que las fotos que enseño son de los días claros está lloviendo bastante, y eso también lo tenéis que ver. Aquí la lluvia es buena. Cuando llueve se respira mejor, limpia la atmósfera y deja bonitas estampas como las calles inundadas o llenas de hojas para que las pises, resbales y te rompas el coxis. ¡¡Es broma!!

He revuelto...

...pues decía que había ido hace dos domingos a ver la exposición de Chema Madoz. Pensé en ir al cine después, porque aquí hay sesiones matinales también, pero por el camino me encontré con el cerro de Santa Lucía. Un oasis de vegetación en el centro de Santiago.

Esto es lo que se vé desde lo alto del Cerro en un día claro (más o menos es un giro de 200 grados a la derecha)

Despues de ese pequeño paseo me metí en el cine Hoyts (es una cadena como Cinesa) de San Agustín. Quería ver La Casa del Lago pero no estaba hasta las 8 de la tarde y eran las 2 así que me metí en Piratas del Caribe. Tuve un pequeño fallo y es que no me di cuenta de que era la versión en español. Aquí las películas vienen en versión original subtitulada y las que son para niños también en español. El caso es que ver al Capitán Sparrow hablando con acento mexicano pues no es lo mismo. Eso sí, fue de lo mejor de la película, no se acababa nunca. Estaba el cine lleno de gente comiendo y ahora agarraos Cabritas, que es como se llama aquí a las palomitas. De ese día poco más quedó, me di un paseo por el centro, por la calle Estado que ponen unos puestos, y para casa que como es invierno anochece pronto.

Me gustaría que este blog fuera visual, porque siempre he pensado que una imagen vale más que no se cuantas palabras, pero sólo puedo colgar cinco fotos en cada entrada, así que os daré un poco la chapa creando miles y miles de entradas.